Aceite de semilla de calabaza de Estiria (Austria): sano y sabroso

El aceite de semilla de calabaza es un elemento indispensable en la cocina de esta región y poco a poco se va conociendo más en otros países. Los responsables de la popularidad de este aceite son los ingredientes saludables y el delicioso sabor de esta especialidad culinaria.

"El oro verde de Estiria", así es como se le denomina al aceite de semilla de calabaza. Este tipo de aceite, extraído de las semillas de la calabaza, se ha ganado una buena reputación internacional en los últimos años. Las semillas están únicamente envueltas por una fina piel, responsable del color característico de este aceite. Las semillas provienen de un tipo especial de calabaza seleccionada.

La historia de este aceite de la semilla

La primera evidencia de la producción de aceite de semilla de calabaza data de 1735. Por aquel entonces el aceite de calabaza sin la cáscara de la semilla todavía no existía. El aceite era tan preciado que se utilizaba únicamente en las farmacias para la preparación de medicamentos.

En 1773 incluso se prohibió el uso de este aceite en la cocina.

Fue necesaria una década para que el cultivo de calabazas con semillas sin cáscara se expandiese por toda la región de la Estiria. Al principio el consumo de este aceite se limitó a los agricultores. En los años 70 era únicamente conocido en esta bonita región austríaca (Steiermark, en alemán) a principios de los 80 empieza a conocerse en otros países.

Tiene un característico color verde oscuro y un sabor a pipa de calabaza muy particular e intenso. Posee valiosos elementos como el zinc, selenio, potasio y las vitaminas A, C, D y algunas del grupo B que hacen de este aceite un condimento muy saludable. Además tiene un 80% de grasas insaturadas y efecto antioxidante.

Ayuda a reducir el colesterol y la presión arterial, además de ser beneficioso para la vejiga y la próstata.

Producción

La cosecha de calabaza tiene lugar en otoño. Normalmente se separan las semillas de la pulpa. Este proceso se lleva a cabo en la actualidad con la ayuda de maquinaria aunque hay pequeños agricultores que aún lo hacen a mano. Las semillas pueden almacenarse una vez que están lavadas y secas.

En el proceso de prensado se muelen las semillas y se mezclan con agua y sal. Esta masa se tuesta hasta que el agua se evapora. A continuación se prensa, para lo cual se utiliza una prensa hidráulica. Para obtener un litro de aceite son necesarios 2,5 kilos de semillas de calabaza, lo que viene a ser aproximadamente 30-35 calabazas.

Usos

En la ensalada es todo un clásico en Austria, además de ser muy práctico para la decoración de aperitivos e incluso postres.

Cuando se utiliza el aceite suelen usarse también las semillas de calabaza para decorar, incluso en el empanado de filetes o para dar el toque final en purés o postres.

Lo único que no debe hacerse con este tipo de aceite es calentarlo, así que no puede usarse para cocinar o freír, sino únicamente para dar el toque final a los platos.

Algunas recetas

Calabaza marinada con aceite

Necesitas:

200 ml de aceite de semilla de calabaza

100 ml vinagre balsámico

300 ml de caldo (vegetal o de carne)

½ cucharadita de mostaza

½ cucharadita de sal

1 pizca de azúcar

1 pizca de pimienta (recién molida)

Mezcla las especias en el caldo tibio y después bate el vinagre y el aceite. Salpimienta y ya está listo. La mezcla aguanta en el frigorífico hasta 2 semanas. Remueve siempre antes de usarla, porque el aceite se depositará al fondo.

Excelente para ensaladas de todo tipo.

Huevos revueltos con aceite de semilla de calabaza

3 huevos

2 cucharadas de aceite vegetal

1 cucharada de aceite de semilla de calabaza

Sal y pimienta

Bate los huevos con sal y agrégalos en la sartén ya caliente, revuelve siempre desde el exterior al interior hasta que la mezcla esté lista.

Añade unas gotas de aceite por encima y un toque de pimienta.

Bolas con pipas de calabaza

Para 6 porciones:

Para la masa:

150 g de sémola de trigo

350ml de leche

30 g de Mantequilla

1 cucharada de azúcar

½ vaina de vainilla

1 Limón (ralladura)

1 huevo

1 Yema de huevo

Sal

Para el relleno:

100 g de mazapán

50 g de semillas de calabaza (tostadas y molidas)

30 ml Amaretto

Para el empanado:

200 g de Mantequilla

100 g de semillas de calabaza (tostadas y molidas)

50 g de Pan rallado

1 cucharada de Azúcar de vainilla

Canela

Derretir mantequilla en la sartén, añadir la sémola hasta que adquiera color. Hervir la leche con la sal, el azúcar, la vaina de vainilla y la ralladura del limón. Colarlo y verterlo encima de la sémola. Dar vueltas hasta que la masa no se pegue en la sartén y dejar brevemente que se enfríe. Añadir el huevo y la yema y mezclar.

Para el relleno: Mezclar el mazapán, las semillas de calabaza y el amaretto y hacer bolitas de aproximadamente 1 cm. Dejar enfriar.

Haz bolas con la masa de sémola, aplánalas y mete las bolas de mazapán en el centro, forma una bola grande y cuécela durante 10 minutos en agua con sal que ya haya dejado de hervir.

Para el empanado: calienta mantequilla en la sartén, añade el pan rallado, las pipas de calabaza, el azúcar avainillado y la canela. Mezcla hasta que adquiera una textura crujiente.

Saca las bolas del agua, escurre y pásalas por la sartén con el empanado.