Té: Una opción saludable y deliciosa

Ninguna otra bebida presenta una variedad tan amplia como el té. Además de sus deliciosos sabores, cabe destacar sus propiedades beneficiosas para la salud.

En la actualidad hay multitud de infusiones a partir de las distintas partes de las plantas. En algunos casos se usan las hojas y en otros los brotes, tallos, flores, la corteza o incluso las raíces.

El té clásico, es el que procede de la verdadera planta de té. 

Veamos los diferentes tipos de infusiones con detalle:

El té clásico se bebe en Asia y se considera una bebida valiosa. Los primeros tipos de té llegaron a Europa en el s. XVII. Anteriormente se usaban únicamente las hojas frescas, lo que tenía como desventaja que se echaban a perder muy rápidamente, de modo que se comenzó a llevar a cabo un proceso de fermentación y secado controlado para que el té tuviera una conservación más duradera.

En la producción del té se llevan a cabo 5 pasos. En primer lugar se recolectan las hojas y se dejan marchitar para que se ablanden. Después se enrollan, de manera que las hojas se rompen y desprenden aceites esenciales. Después de clasificarlas en distintos niveles de calidad, se dejan oxidar (o no) y finalmente se secan.

Dependiendo del material de partida y el procedimiento, hay cuatro formas de té clásicos. Estos difieren en su respectivo grado de oxidación:

  • Té verde: este tipo de té no se oxida.
  • Té blanco: tampoco se oxida y en este caso sólamente los brotes jóvenes pueden ser utilizados para té blanco.
  • Oolong: en este té se lleva a cabo una oxidación parcial en condiciones controladas.
  • Té negro: Este té se oxida completamente.

El té contiene teína, en ocasiones hasta el 5%, lo que supone incluso más cafeína que los granos de café. Teniendo en cuenta que en la preparación se usa más agua que con el café, después resulta más ligero que el café.

Dejando de lado la teína, que muchas personas no toleran, el té tiene multitud de efectos beneficiosos para la salud. contiene muchos flavonoides y polifenoles, además de potentes antioxidantes. El consumo regular de té resulta beneficioso para los vasos sanguíneos y puede reducir el riesgo de cáncer. Especialmente el té verde es muy popular actualmente por sus efectos saludables. En realidad el té verde y el té negro son igual de beneficiosos porque contienen la misma cantidad de flavonoides.

Infusiones de hierbas

Este tipo de infusiones se lleva utilizando a modo de remedio desde hace miles de años.  Ofrecen muchas ventajas en contraposición al té, ya que no contienen cafeína, lo que las hace tolerables a un mayor número de personas. Contienen muchos ingredientes importantes, como los aceites esenciales que les otorgan el sabor. Además contienen vitaminas, oligoelementos, minerales y polifenoles, una mezcla de lo más saludable.

Los cultivos proceden principalmente de Europa Oriental y Meridional, Alemania, China, Egipto y América del Sur. Algunos ingredientes en particular como el saúco o la tila son silvestres. 

Para prolongar el disfrute del pleno sabor de las infusiones de hierbas, se recomienda almacenarlas en un lugar fresco, seco y alejado de la luz, en recipientes herméticamente cerrados para que no pierdan sus valiosas propiedades.

Infusiones de fruta

Estas infusiones son especialmente variadas, las hay de muchos sabores, de modo que siempre puedes encontrar una que te guste. Teniendo en cuenta las posibilidades de mezclas, el espectro de sabores va desde el afrutado-floral al dulce-aromático.

Es interesante, tener en cuenta que no todos los tipos de fruta que se usan para las infusiones pueden cultivarse por ejemplo el escaramujo sólo se encuentra de manera silvestre.

Especialmente en el periodo de posguerra se hicieron populares, dada la escasez, ya que resultaba práctico hacer infusiones para rentabilizar los alimentos.

Las infusiones de fruta están libres de cafeína y contienen multitud de ingredientes saludables, como aceites esenciales, vitaminas y minerales. También se recomienda almacenarlas en lugares frescos, secos y oscuros y en recipientes herméticos.