Cardamomo: sabroso y exótico.

En los bosques de las montañas del sur de la India crece una especia, particularmente usada en Europa durante la época de Navidad. Se usa principalmente en la elaboración del pan de jengibre y del vino caliente.

El cardamomo es la tercera especia más cara del mundo, después del azafrán y la vainilla. Pertenece a la familia del jengibre y es nativa del sur de la India y Sri Lanka, donde crece hasta alcanzar un tamaño mediano entre 3-5 metros. Tiene unas hojas de color azulado con un borde amarillo y flores de color blanco-amarillo.

El tesoro de esta especia se encuentra dentro de las cápsulas del fruto verde. Las semillas son las responsables del sabor aromático ya que contienen hasta un 8% de aceites esenciales.

Estas cápsulas se cosechan aún inmaduras, se secan y presentan en distintas maneras para el consumo: en semillas, molido o las cápsulas enteras.

En Europa el cardamomo se usa principalmente para preparar compotas de frutas, pan de jengibre o vino caliente. También para condimentar carnes y pescados. En los países orientales se usa para sazonar platos de arroz, infusiones y mezclas de curry. Los países árabes son los principales consumidores de esta especia y la usan habitualmente en el café.

En la medicina ayurvédica, el cardamomo se ha usado desde hace milenios como planta medicinal. Las semillas contienen enzimas desintoxicantes que favorecen la digestión. Por este motivo, el cardamomo se utiliza a menudo contra la hinchazón, dolor de estómago y calambres. Las semillas masticadas ayudan contra los problemas de mal aliento. Anteriormente se le atribuyó un efecto afrodisíaco.

Consejos de uso

Su fragancia aromática y cítrica es muy intensa, por lo que se recomienda usar con moderación. cuando se usa la cápsula, ésta sólo desarrolla su sabor completo cuando se calienta, por lo que resulta muy adecuada para cocinar, aunque se recomienda añadirla al final del proceso de cocción.

El cardamomo combina muy bien con anís, chili, jengibre, canela y clavo.