Mitos sobre las conservas

Mitos sobre las conservas

Podemos decir lo que queramos, pero todos estamos maravillados ante una despensa bien surtida, repleta de conservas ... El hacer conservas es una de las mejores formas de mantener en buen estado durante mucho tiempo frutas, verduras y otros alimentos. ¡Para que puedas disfrutar de las comidas de verano también en invierno! Pero en un momento en que todo y cualquier cosa circula por Internet, lamentablemente se puede encontrar mucha información errónea. Es por eso que hemos elaborado una lista de algunos conceptos erróneos sobre las conservas, que queríamos corregir.

Mito: Todo lo que encuentres en una lata de conservas en el supermercado también se puede enlatar en casa.

Es un error. En principio, por supuesto, cualquier cosa que esté en forma de lata en el supermercado se puede "conservar". Sin embargo, muchos alimentos requieren procesos muy específicos que simplemente no se pueden reproducir en casa. Por esta razón hay alimentos que no los vas a poder hacer en conserva. Para no equivocarse en este tema, ¡recomendamos consultar libros especializados en este tema! Estos indicarán lo que se puede hacer en casa.

Mito: ¡El efecto "vacío" prueba que se ha realizado correctamente la esterilización!

Como su nombre indica, los envases de conservas están especialmente diseñados para conservar. Una vez que el tarro se llena de alimentos para conservar y se cierra, el aire caliente contenido en el interior quiere salir. A medida que el tarro se enfría, el aire deja un vacío en el interior, lo que hace que la tapa parezca atascada, como "succionada" (vacío) por el tarro. Hasta aquí todo bien. Pero por sí solo, este fenómeno no significa que hayas hecho tus conservas correctamente.

De hecho, es fundamental que los alimentos se hayan pasteurizado o esterilizado correctamente. El efecto "vacío" aparece cuando el contenido del tarro se calienta mucho, pero esto no significa que se haya alcanzado la temperatura de pasteurización/esterilización necesaria. Por eso siempre es importante respetar los tiempos de pasteurización y/o esterilización recomendados, según el proceso que utilices: esterilizador, olla a presión, cazuela, etc. De esta forma te asegurarás de haber hecho las cosas bien.

Mito: El horno es adecuado realizar para el tratamiento térmico

¡Preferiblemente no! Algunos sitios afirman que de hecho se puede usar el horno para hacer conservas, pero debe reconocerse que este no es el proceso de pasteurización/esterilización más seguro. Dos simples razones para esto:

  • La temperatura en un horno no se puede controlar con tanta precisión.
  • El calor solo se transmite a través del aire, mientras que al baño María es a través del agua.

Por lo tanto, el calor no solo tarda más en penetrar dentro de los tarros, sino que nunca se puede estar seguro de que la comida haya estado a la temperatura adecuada el tiempo suficiente para que se destruyan todos los microorganismos. En el peor de los casos, puede afectar a nuestra salud de manera negativa.

Mito: Poner boca a bajo los tarros y dejarlos en esa posición es suficiente para esterilizar las tapas.

En teoría, esto aseguraría que el interior de las tapas se esterilice a través del contenido de los tarros. Sí puede funcionar para las mermeladas (¡pero es principalmente gracias al contenido de azúcar!), ¡Esta técnica no es realmente efectiva! Por un lado, es posible que las tapas no queden realmente esterilizadas mediante este proceso y, por otro lado, afecte a la formación del vacío. Por tanto, es preferible hervir las tapas antes de hacer las conservas, es decir esterilizarlas primero y utilizarlas solo después.