Una breve historia acerca del comercio de las especias

Las especias llevan acompañando a la humanidad desde hace muchísimo tiempo. Hay evidencias de que ya se utilizaron en el período neolítico. En otros siglos fueron símbolo de lujo e incluso el desencadenante de guerras. A continuación una breve reseña acerca del comercio de especias.

Los primeros indicios acerca de la utilización de especias como condimento en Europa datan del Neolítico. Hallazgos en tumbas y cuevas nos hacen comprender que desde entonces se usaban ya hierbas para sazonar la comida.

Las excavaciones del cercano Oriente nos descubren que hace ya miles de años el comercio se vio impulsado por las especias. Se han encontrado especias que únicamente han podido alcanzar determinadas ubicaciones por haber sido comerciadas.

Desde Mesopotamia nos llegan las primeras evidencias escritas. Allí se encontraron tres tablillas de arcilla aproximadamente del 1750 a.C. En ellas hay más de 30 recetas en las que el ajo, el comino y el cilantro juegan un papel esencial. También en las tumbas egipcias se han encontrado especias, cuyos ingredientes se han usado para hacer perfumes.

Siguiendo la Ruta de la Seda, que data de la Edad de Bronce llegaron a Europa plantas de especias asiáticas por primera vez. En el siglo I d.C. se descubrió la ruta marítima hasta la India. En la época del Imperio Romano ya se importaba pimienta, de modo que los precios cayeron y la pimienta se difundió por todo el imperio.

En el 330 d.C. con la consolidación de Constantinopla como metrópolis del comercio llegaron el clavo y la nuez moscada a Europa por primera vez. Con la caída del Imperio Romano se interrumpió el comercio por mar con la India y la Ruta de la Seda volvió a cobrar importancia.

Ya por aquel entonces las especias se consideraban parte de la medicina. En la Edad Media, sobre todo, la orden de los Benedictinos se ocupó de estudiar sus efectos beneficiosos y hasta el s. XVIII se les atribuyeron poderes mágicos.

En la época de las Cruzadas (del s.XI al XIII) las especias se consideraban un bien tan preciado que eran equiparadas a las joyas.

Los precios fueron aumentando hasta que en el s. XV la pimienta multiplicó su valor treinta veces. Se buscaron nuevas rutas comerciales más baratas para importarlas de un modo más económico. Es la época de los grandes descubridores como Colón o da Gama.

Con el descubrimiento de América, llegó gradualmente una revolución en el sabor del viejo mundo. Cuando Vasco da Gama descubrió la ruta marítima a continuación, también a la India, comenzó una carrera para las especias, el dinero y el poder.

Portugal se convirtió en una potencial mundial con da Gama. Este lugar soleado fue después reclamado por los holandeses, que se encargaron se saquear y esclavizar a los lugareños además de subir los precios. Incluso destruyeron sus bienes con el fin de racionalizar la oferta y conseguir más beneficios. Hasta el s. XVIII se mantuvieron en la vanguardia.

Después se rompió el monopolio, por parte de un funcionario francés en 1770 que se encargó de hacer contrabando con el clavo y la nuez moscada y plantarlo en las colonias francesas. Al mismo tiempo los holandeses se endeudaron y perjudicaron por motivos de corrupción y por la guerra. Después las especias se fueron globalizando y cultivando cada vez más en distintas regiones de las cuales no eran originarias. El monopolio español de la vainilla pronto se derrumbó.

A continuación hubo una caída de los precios y en el siglo XIX muchas personas en Europa podían ya permitirse el consumo de especias exóticas.